RTVE anuncia 'Zeru Ahoak (Bocas de Cielo)', su nueva serie coproducida con EITB

Este otoño, RTVE Play ampliará su catálogo con una nueva serie: 'Zeru Ahoak (Bocas de Cielo)', una coproducción entre la EITB y RTVE. Este thriller policiaco, ambientado en el corazón de Bilbao, propone una inmersión en una Euskadi contemporánea, vibrante y llena de matices.  El crimen, el poder y el pasado se entrelazan en 'Zeru Ahoak (Bocas de Cielo)' en una narrativa repleta de tensión.

La historia, de cuatro capítulos, gira en torno a Nerea García (Nagore Aranburu), una exinspectora de la Ertzaintza que abandonó su puesto tras un caso de narcotráfico que la marcó profundamente.   La aparición del cadáver de una mujer, asesinada en algún tipo de ritual, lleva a su antiguo jefe a pedirle ayuda con la investigación. Lo que Nerea no sospecha es que los fantasmas del pasado y del presente le obligarán a descender a las cloacas de la ciudad, donde nada ni nadie es lo que parece.

Por lo tanto,  Nagore Aranburu da vida de nuevo al personaje de Nerea García que conocimos en la serie 'Hondar Ahoak'.

De este modo, Nagore Aranburu da vida a la protagonista herida, pero decidida, de 'Zeru Ahoak (Bocas de Cielo)'. Por su parte, Josean Bengoetxea  encarna a un Lertxundi lleno de ambigüedad, cuya relación con Nerea será clave para resolver el caso.

El reparto de 'Zeru Ahoak (Bocas de Cielo)' se completa con Sara Cozar  ("20.000 especies de abejas"), Ramon Agirre  ('Handia') y Miren Gaztañaga  ("Los últimos románticos"). Así como con actores y actrices emergentes como Nerea Sanz, Unai Baiges, Amets Arbelegui, Nerea Elizalde e Itsaso Gil.

Cabe destacar que  Bilbao y su entorno son más que un escenario, ya que son parte esencial del universo de 'Zeru Ahoak (Bocas de Cielo)'. La serie se adentra en enclaves urbanos y naturales que marcan su personalidad visual, desde los barrios industriales hasta parajes como Urdaibai. Las localizaciones incluyen espacios icónicos como el Puerto de Getxo, el Puente Colgante, el Frontón, el mercado de Gernika y la central nuclear de Lemoiz,  que dotan al relato de una geografía tan reconocible como inquietante.