Jarro de agua fría para Carlos de Austria tras una última decisión en 'La Promesa'

La salida de Rómulo ha marcado el final de una era en 'La Promesa'. Tras tres décadas en el servicio, el mayordomo ha decidido poner punto final a su trayectoria profesional para disfrutar de su descanso junto a Emilia, el gran amor de su vida. Una despedida agridulce que ha dejado al personal del palacio entre la nostalgia y la expectación.

Todo apuntaba a que Ricardo, personaje de Carlos de Austria, tomaría el relevo de Rómulo en 'La Promesa'. Su compromiso, entrega y años de aprendizaje bajo la tutela del antiguo mayordomo hacían de él el candidato natural para ocupar el cargo. La emoción se respiraba en el ambiente: sus compañeras habían preparado con mimo el uniforme, convencidas de que el nombramiento era inminente.

Así lo creyeron todos cuando Leocadia convocó una reunión general del servicio. Sin embargo, lo que parecía un homenaje se convirtió en un giro inesperado. Contra todo pronóstico, 'La Promesa' ha dado la bienvenida a un nuevo rostro: Cristóbal Ballesteros.

No es ningún secreto que Leocadia acostumbra a intervenir en decisiones clave de la casa en 'La Promesa', y esta no ha sido la excepción. Aunque el marqués de Luján valoraba seriamente oficializar a Ricardo, personaje de Carlos de Austria, como nuevo mayordomo, Leocadia tenía otros planes. Insistió en que Alonso conociera a Cristóbal, convencida de que era lo que el palacio necesitaba en estos momentos.

Pese a las dudas iniciales, el marqués accedió a la reunión y la impresión no pudo ser más positiva. El propio Cristóbal explicó los motivos por los que rechazó un importante ofrecimiento: "Como aquí no se vive en ninguna otra parte del mundo, en mi humilde opinión. Además, me temo que ya no tengo edad ni ganas de emprender nuevas aventuras al otro lado del Atlántico". Esta franqueza, unida a su porte y experiencia, terminó por convencer al marqués.

Y así, con la discreción habitual de Leocadia, se organizó la presentación formal. Los rostros de los presentes lo decían todo: expectación, nervios, y una gran dosis de incredulidad.  Nadie imaginaba que aquel desconocido que cruzaba la puerta no era un visitante ni un asistente, sino el nuevo mayordomo jefe.

La confusión inicial de Ricardo, personaje de Carlos de Austria, no ayudó: al verlo, lo confundió con el ayudante del barón de Valladares. Pero Cristóbal aclaró la situación de inmediato: "Me manda doña Leocadia, me llamo Cristóbal Ballesteros y soy el nuevo mayordomo jefe de 'La Promesa'". Hubo silencio, asombro y un sentimiento generalizado de injusticia flotando en el aire porque Ricardo, para muchos, era el merecedor del puesto.