Nadie esperaba las palabras de Jorge Javier Vázquez sobre Marta López tras su boda

Jorge Javier Vázquez ha vuelto a demostrar que en el arte de diseccionar los entresijos televisivos no tiene rival. Ahora, el presentador no ha pasado por alto un episodio que, según su mirada afilada, roza lo inaudito. Se trata de la aparición de Marta López en 'Tardear' solo tres días después de haber contraído matrimonio.

Mientras se encontraba en los camerinos de Telecinco, se topó en la pantalla con su antigua compañera sentada en plató, mientras corrían rótulos con críticas hacia su enlace. "Pocas imágenes tan demoledoras como la de Marta López sentada un lunes en 'Tardear', después de haberse casado el viernes", escribe en Lecturas. Para él, la escena sintetizaba todo lo que define a Marta López: "Menuda profesional".

"Seguro que aún tenía restos de arroz en su frondosa cabellera, pero ahí estaba, sentada con un cuajo de campeonato", añadía Jorge Javier Vázquez. Para el presentadorr, Marta López no regresó al trabajo: se presentó en el cadalso.

Pero más allá de lo estrictamente profesional, Jorge Javier Vázquez se permitió fantasear con lo que podría estar viviendo el recién estrenado marido de Marta López, ajeno al ruido mediático que rodea su enlace. "Por lo que tengo entendido, su reino no es de este mundo", ironiza.

En su imaginario, el esposo llega a casa con toda la inocencia del mundo y suelta un clásico: "¿Qué tal el trabajo, cariño?". Mientras, Marta López enumera las lindezas del día, desde críticas al banquete hasta teorías sobre la propiedad de la finca donde se celebró la boda.

Durante la semana, Marta López ha sido blanco de todo tipo de comentarios, incluso de comparaciones visuales con bodas pasadas. Y ahí es donde, según cuenta Jorge Javier Vázquez, se produjo la explosión emocional. "La artista se cabreó de veras", escribe, aludiendo a la incomodidad que sintió su compañera al ver imágenes de su antiguo enlace justo cuando estrenaba vestido de novia.

"Lo vivió como una tremenda falta de respeto aunque a mí me pareció una chuminada sideral.  Es mucho peor que los comensales de tu boda se quejen públicamente de haber pasado hambre, dónde va a parar. Pero cada uno se ofende por lo que le dé la gana, faltaría más", opina Jorge Javier Vázquez.