
Ramón García: 'Sigo pensando que 'El Grand Prix' funcionaría mejor con la vaquilla'
Entrevista a Ramón García, que estrena este lunes la nueva temporada de 'El Grand Prix' en La 1.
'El Grand Prix' vuelve este lunes 7 de julio a La 1 con una nueva temporada presentada por Ramón García. El conductor estará este año acompañado por Lalachus y Ángela Fernández como copresentadoras. Una nueva temporada de ocho capítulos, además, que está coproducida por primera vez por RTVE junto a Prime Video.
En una entrevista en TVeo, Ramón García nos desvela las novedades de 'El Grand Prix'. El presentador revela que fue el propulsor del fichaje de Lalachus como nueva presentadora del formato. Además, también se ha mojado sobre la supresión de la mítica vaquilla como parte de los juegos de 'El Grand Prix'.
'El Grand Prix' cumple 30 años. ¿En qué has cambiado tú en todo este tiempo?
Yo, que ahora tengo 63, y tenía 33 años cuando empecé a hacer esto. Yo estoy igual mentalmente, físicamente no, pero mentalmente, a la hora de hacer el programa, de venir, de divertirme, creo que estoy incluso mejor. Cuando empiezas un proyecto no sabes cómo va a ir o cómo va a funcionar hasta que lo conoces. Después de tantos años haciéndolo, para mí hacer 'El Grand Prix' es un regalo.
Ayer estábamos aquí grabando y terminamos a las 22:30h, hoy me he levantado a las 6:45h de la mañana, he llevado a mi hija al metro para que haga prácticas. Me he venido aquí, estoy con vosotros, me desmaquillo, me cambio, me voy a Toledo y me hago mi programa en Castilla la Mancha, y vuelta para casa. Es decir, que cuando te gusta algo, ese esfuerzo que haces, lo haces encantado de la vida.

Pese a esa trayectoria y a su rendimiento, ¿someterte de nuevo a los datos de audiencia, te genera tensión?
No, ya no. Siempre lo miras y quieres que tu programa se vea mucho, pero es que ya dependemos de muchas cosas, como la hora. Yo quiero que vaya 22h, pero va a ir a las once y pico, muy tarde para los niños. En Navidades dijeron que el programa no había funcionado muy bien... ¡claro, a las 23:15h en Navidad ya es difícil que funcione! No se creó para eso, pero es una decisión de TVE que hay que respetar. A mí me gustaría que fuese a las 22h, no por los niños, sino por estar la familia juntos, pero ya no puedes controlar todo, nosotros aconsejamos, pero nuestro trabajo es producir y hacer un programa.
Las audiencias claro que me siguen preocupando, pero ya no me llevo disgustos por si me ha ganado el otro o yo he hecho más. El programa está muy bien, está muy compacto, y para nosotros también es importante que se dé el salto a Prime Video. La gente lo va a ver cuando quiera en esa plataforma, como también en RTVE Play. Ya no es como antes, que había que verlo en directo.
Quizás pierdes el impacto del share, pero si vas sumando luego todo lo que se ve, 'El Grand Prix' en la plataforma es el programa más visto con diferencia, pero eso no se suma ni contabiliza en ese share puro del día siguiente. Hay que empezar a mentalizarse de que lo que hay que hacer es un buen producto y que luego ya se verá, donde sea, como sea y a la hora que sea. Para los veteranos cuesta eso, pero yo ya me he acostumbrado.
¿La entrada de Prime Video ha sido clave para seguir o lo hubiese hecho igual solo en RTVE?
Sí que ha ayudado porque había que redondear el presupuesto. Es un tema económico. RTVE tenía un dinero, y no llegábamos a hacer ocho programas con ese dinero. Buscamos una ayuda, y esa ayuda apareció, pero han aparecido más, porque curiosamente ahora quiere 'El Grand Prix' todo el mundo.
Cerramos con Prime Video esta colaboración, que hay que agradecer a las dos partes que hayan llegado a un acuerdo estupendo, y de esa manera lo hemos podido producir. Son ocho programas, porque este año TVE quería centrarlo, que no nos fuésemos a septiembre, porque ahí siempre se pierde. Hace años las vacaciones del colegio empezaban en junio y volvías en septiembre, pero ahora la segunda quincena de agosto ya está la gente currando. Eso se nota también en el consumo.

Dices que han aparecido más "ayudas" que querían 'El Grand Prix'. ¿También en España? ¿Cadenas privadas como Mediaset?
Sorprendentemente hay de todo porque es una marca de televisión veterana y todo el mundo sabe lo que es 'El Grand Prix'. Y dicen: “Coño, se han sabido modernizar, nos puede encajar”. Puede encajar en cualquier plataforma o cadena generalista y en eso estamos. Creo que 'El Grand Prix' tiene larga vida.
Has contado que tú personalmente querías que estuviese Lalachus...
Sí, la decisión de Lalachus es una decisión mía. Yo la conocí personalmente cuando vino de madrina el año pasado y me encantó. Y en la rueda de prensa leí lo que ella escribió porque hizo el análisis perfecto de lo que significaba 'El Grand Prix' para una niña. Cuando yo leí eso de Lala, me emocioné mucho. Y primero me callé y no dije nada a nadie, pero luego llamé a Lala y le dije: “Oye, si hay más 'El Grand Prix', ¿tú vendrías a hacerlo conmigo?”, y se puso a llorar, me acuerdo. Y estuvimos ahí charlando.
Luego se lo trasladé a Carlo Boserman, que es como mi hermano y llevamos trabajando juntos toda la vida, y me dijo: “Joder, qué buena idea”. Y yo le dije: “Mira, está en la casa, y yo creo que en la casa van a decir que sí”. Y cuando ya nos dijeron que querían hacer de nuevo 'El Grand Prix', que siempre quieren cambiar cosas, les dijimos que nuestra idea era que viniera Lalachus. Les encantó la idea, y Lala está aquí y yo estoy feliz con ella.
¿Has dado algún consejo a Lalachus o a Ángela para asumir la copresentación?
En la presentación siempre les digo alguna cosita, sobre todo del ritmo, porque aquí hay muchas paradas y el timming es muy importante, los tiempos. Todo tiene que tener su ritmo, la charla, la patata... y luego decelera todo al final con el diccionario. Lo que pasa es que yo eso lo tengo en vena ya, lo tengo interiorizado. Cuando llega alguien nuevo, pues algún toquecito le das, como consejo cariñoso. Ellas son muy buenas profesionales y lo hacen lo mejor que saben. Y luego ya respecto a las redes sociales, yo les digo a ellas, que son de esa generación: “Vosotras veréis, pero cuanto menos le echéis un ojo a eso, mejor”. No merece la pena.

¿La salida de Cristinini de 'El Grand Prix', por qué se produce?
Ha sido un proceso de cambio. Luego RTVE también nos apuntó la posibilidad de que estuviese Ángela Fernández, una voz nueva y joven de RNE, que también necesitaba promoción, y la televisión es el mejor sitio para promocionar. Entonces fue un consejo de RTVE la entrada de Ángela Fernández y pensamos que su sitio perfecto era el que dejaba libre Cristinini.
¿Por qué crees que Lalachus recibe tantos ataques, mientras que Ángela Fernández no los sufre?
Porque no la conocen, esperad a que empiece el programa... Yo no entro en redes sociales porque no me quiero amargar los días, pero a veces me lo cuentan, y lo miro. A Cristinini la pusieron a parir, pero a parir, y la pobre venía aquí algunos días hecha una calamidad. La misma gente que la ponía a parir, ahora pone a parir a LalaChus. ¿Qué le pasa a la gente? Es una vergüenza. Por eso en la rueda leí esa frase, que me parece muy buena, sobre la cobardía de estar detrás de un seudónimo y poner a parir a la gente.
Aquí hay una deriva política muy clara. Hay una crispación política en España que yo no recuerdo, y todo se lleva al plano de la política. Por eso he dicho que Lalachus no está aquí por política, que la he elegido yo. Llevar todo eso hasta ese punto me cabrea mucho, tenemos una sociedad...
La gente decía cuando el Covid: “Esto nos va a hacer mejores”, y yo dije: “No, el que es un hijoputa, va a seguir siéndolo”. Y es verdad, y está pasando. Y el que es buena gente, pues será buena gente y ayudará a los demás. No ha cambiado nada. Vomitar lo que se vomita contra Lalachus en redes sociales, con la cobardía de no decir quién eres, me parece terrible. ¿Cómo paramos esto? No tengo ni idea, pero sería bueno pararlo.

¿En algún momento has sentido que posicionarte políticamente te perjudicaba profesionalmente para que te dejaran de contratar?
No, nunca, porque nunca me he posicionado políticamente, y aunque me hayan querido poner etiquetas, yo lo desetiqueto rápidamente. Yo empecé en TVE con el PSOE gobernado por Felipe González, entonces no había presidentes sino directores generales, y dirigía Jordi García Candau. Yo he tenido no sé si son nueve directores generales, y llevo cuatro presidentes. Ahí ha estado el PP, ha estado el PSOE... han ido cambiando. Y Ramón siempre estaba ahí.
Hubo una etapa en la que trabajaste menos, la de Zapatero. ¿Quitaron 'El Grand Prix' porque consideraron que era de derechas por tener una vaquilla?
No exactamente así. Se retira porque hay un movimiento ecologista y animalista que va en contra de tener una vaquilla en la tele. Mayoritariamente los partidos y las asociaciones de ese tipo suelen ser de izquierda, gobernaba a la izquierda, y se retira 'El Grand Prix'. Y ha estado fuera muchísimos años. El año pasado se aprobó la ley animal, y cuando la gente me dice: “¡Queremos la vaquilla!”, yo digo: “¿Pero no veis que no se puede?”. Por ley ya no se puede llevar animales a televisión.
Eso empezó de esa manera, y acabó con otro gobierno de izquierdas aprobando una ley de protección animal que es la que rige ahora en España. Pero no la vaquilla de 'El Grand Prix', tampoco llevar un perro a hacer una carrera de galgos en la tele. Nosotros hacíamos ‘Agility Dog, que iban los perros saltando y tal. Ahora no se podría hacer eso en la tele. Es un tema que la política también va retocando cosas en la sociedad, la televisión también forma parte de todo eso y se tiene que ir recolocando.
¿La gente sigue pidiendo la vaquilla?
Sí, y yo soy partidario de la vaquilla de verdad, porque los juegos que hacíamos con la vaquilla son maravillosos. En los pueblos se sigue haciendo eso, porque España es un país rural. Se equivoca la gente que desde un despacho de Madrid cree que Madrid es lo importante. O Barcelona, o Bilbao. España sigue siendo rural, de pueblo, y en los pueblos sigue habiendo vaquillas, incluso en Euskadi, donde están en contra; o en Cataluña, donde no hay toros. Es una especie de hipocresía. ¿Por qué seguimos viéndolo y divirtiéndonos en los pueblos, y no lo podemos ver en la televisión pública?

¿Te ha sorprendido que 'El Grand Prix' siga funcionando sin vaquilla?
Eso es porque también la sociedad ha evolucionado. Los niños de ahora no conocieron la vaquilla, y creen que 'El Grand Prix' es como lo ven ahora. Yo sigo pensando que funcionaría mejor con la vaquilla de verdad, pero ya sé que no se puede hacer y hemos potenciado los juegos. Nosotros no queríamos quitar la vaquilla como identificación de 'El Grand Prix', y por eso sigue estando.
Esta vaquilla, que está 'cuadrada', la hemos traído de Estados Unidos, de donde hacen las mascotas de los equipos de fútbol americano. Que aquí se hace, pero allí lo hacen perfecto. Tiene mucha vida, y Miguel, que está dentro, lo hace muy bien porque él es la vaquilla, él es María Fernanda, y siente lo que queremos que se sienta con esa vaquilla. Que no es fácil.
¿Te ves este año con Lalachus en las Campanadas?
Yo en las Campanadas me veo siempre porque he estado veinte años haciendo eso, y no sé si estaré más. A mí me gustaría, y yo creo que las últimas todavía no las he dado. Algunas me gustaría dar, porque me gustaría despedirme. Ahora, habrá un día que diga: "Se acabó". ¿Voy a estar toda la vida ahí subido? Yo conozco muy bien mis tiempos, y algún año, sin que lo sepa nadie, si tengo la oportunidad de volver, diré allí mismo que van a ser las últimas Campanadas, pero me gustaría decidirlo a mí.

Pero ese momento no lo ves cercano, ¿no?
No, mientras yo tenga salud y esté bien, y esté vivo en este mundo... Yo hablo del de las Campanadas como si fuese otro, y a veces pienso: "Es que llevo veinte años ahí". A la gente le gusta ver en ciertas fechas lo de siempre y el de siempre soy yo. A mí me gustaría ver a Ramón García ahí si yo fuese el espectador, porque sabe hacerlo y porque a quien le pongas lo va a llevar bien. Y abarco desde el abuelo hasta el niño, como 'El Grand Prix'. Porque los niños me han vuelto a conocer con 'El Grand Prix', y el abuelo sigue siendo mi espectador. Entonces, ¿qué presentador en España tiene ese target? ¡No hay nadie!
La tele nos acompaña, y tú nos has acompañado muchos años, pero da la sensación de que a ti también te acompaña mucho…
Totalmente. Para mí la tele es una forma de vida, no un trabajo. Implica todo: primero, responsabilidad que tienes con un programa para sacarlo adelante, mantener unos horarios… a mí mantener un programa diario en directo me marca mucho mi vida cotidiana: levantarme a una hora, comer, llegar a casa, descansar para estar bien... Al final es una dinámica que llevo haciendo muchos años y que te marca como persona.
Y luego es la mentalidad. Yo evoluciono con los espectadores, y eso es muy importante. La gente que se queda antigua es la que no evoluciona. Yo sigo avanzando muy pendiente de lo que gusta y de lo que no. Me sigue gustando todos los años investigar en los mercados qué formatos hay, qué es lo nuevo, qué funciona en Estados Unidos, Inglaterra, Italia, Francia, Alemania… lo miro todo. Veo lo que se trae aquí, lo que se adapta bien o mal. Y al final eso me mantiene vivo y muy fresco. Y luego, me lo sigo pasando muy bien.
Soy una persona que creo que tengo bastantes registros: no tiene nada que ver hacer las Campanadas, hacer 'En Compañía' o hacer 'El Grand Prix'. Y a veces digo: “Coño, soy el mismo, pero soy diferente”. Ahora me quito esto, me voy para Toledo, me pongo una camisa remangada, y hablaré allí con tres abueletes desdentados, los pobres, hechos una mierda, para mejorarles la vida. Ese ya es otro Ramón, pero es el mismo. Y a mí a veces me sorprende esa capacidad de adaptación. Eso es lo que a mí me mantiene vivo.
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