
Manuel Regueiro se queda sin palabras tras el último objeto recibido en 'La Promesa'
Alonso, personaje de Manuel Regueiro en 'La Promesa', recibe un regalo de Cruz desde la cárcel.
En 'La Promesa' se respira un ambiente enrarecido que no deja indiferente a nadie. La tensión se palpa en cada rincón del palacio, aunque nadie sabe con certeza por qué. Lo cierto es que las sensaciones extrañas no parecen estar relacionadas ni con la amenaza de marcha de Catalina ni con la decisión de Lope de volver a ejercer como lacayo.
Las primeras en dar la voz de alarma en 'La Promesa' han sido María Fernández y Petra ante una sensación de ahogo inexplicable. "Me temo que va a pasar algo muy malo", confesó Candela a Doña Pía, después de una serie de señales que no ha sabido ignorar. Unos dulces que se han endurecido sin motivo aparente, una mayonesa que se ha echado a perder de forma inusual... e incluso la caída de un murciélago del cielo a plena luz del día mientras descansaba en el patio.
Leocadia también expresó su inquietud al caer la noche: "¿No notáis el aire como viciado?", preguntó en presencia del marqués y Lorenzo. La respuesta del capitán no tardó en llegar: "Llevo todo el día con una opresión en el pecho, como si no pudiera respirar". Don Alonso, personaje de Manuel Regueiro, confirmó que experimentaba la misma angustia, idéntica a la que aflige al personal del servicio de 'La Promesa'.

La tensión aumentó cuando Curro y Lope irrumpieron en el salón con un paquete y una nota. "Es un encargo de Cruz", anunció el marqués antes de ordenar que retiraran el envoltorio. El comentario de Lorenzo intentó aliviar el ambiente: "Estoy hasta nervioso ¿Con qué nos saldrá Cruz ahora?".
Sin embargo, la seriedad en los rostros de los jóvenes y la reacción posterior indicaban que el contenido del paquete distaba mucho de ser inofensivo. Lo que se reveló al abrirlo dejó a todos mudos en 'La Promesa': aunque no se mostró con claridad, todo apunta a que se trata de un retrato. El marqués, personaje de Manuel Regueiro, ordenó que nadie se atreviera a tocar el misterioso obsequio de su esposa.
Ángela, visiblemente alterada, insinuó lo impensable: que el cuadro podría estar maldito. Una idea que cobró fuerza al instante, cuando Martina, al contemplarlo, se desplomó sin previo aviso. ¿Qué representa realmente esa pintura? ¿Qué poder tiene sobre los habitantes de 'La Promesa'?
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